Debido al coronavirus se han cancelado todos mis compromisos y he aprovechado los ratos libres para leer ‘Tiempos recios’, de Vargas Llosa. Se trata de una novela histórica que se desarrolla en Guatemala y la República Dominicana.
En Guatemala, en las elecciones presidenciales de 1950 salió elegido Jacobo Árbenz (1913-1971), militar y político, ministro de Defensa, quien elucubraba el ambicioso plan de convertir a Guatemala de un país dependiente y de economía semicolonial en un país económicamente autosuficiente; y transformarlo de un país atrasado y de economía predominantemente feudal en un país moderno y con economía de mercado. Sin embargo, sus políticas reformadoras, en particular la reforma agraria, fueron objeto de repulsión de parte de los Estados Unidos que, al desplegar una nefasta campaña negativa pregonando que Guatemala se convertía en un país comunista y la Unión Soviética pretendía poner su cabecera de puente en ese país, cometieron injerencia activa en los asuntos internos de Guatemala, y cuando los intereses de United Fruit Company quedaron afectados, la gota colmó el vaso y Estados Unidos estalló de ira.
En 1954 las fuerzas armadas encabezadas por el coronel Castillo Armas ejecutaron un golpe de estado con el apoyo de Estados Unidos y la CIA. El gobierno de Árbenz fue derrocado, y el Presidente se vio obligado a exiliarse a México. Parece que también Rafael Trujillo, dictador de la República Dominicana, estaba involucrado en tales acontecimientos. Trujillo envió a Abbes García (1924-1967), jefe de SIM (Servicio de Inteligencia Militar), tristemente conocido por su ferocidad en la tortura, a la Embajada de la República Dominicana en Guatemala como agregado militar. Al principio Trujillo apoyaba el nuevo régimen dictatorial de Castillo Armas, pero luego sus relaciones fueron empeorando paulatinamente y se dice que Trujillo estaba implicado en el asesinato de Castillo Armas (1914-1957). Posteriormente, en 1961, él mismo sería asesinado por sus allegados con la connivencia de los Estados Unidos y la CIA…
El Presidente Balaguer, sucesor al dictador Trujillo, se propuso desmantelar el SIM y envió a Abbes García como agregado militar a Japón, considerado “el país más lejano del planeta”. Este Abbes García también llevaría una vida marcada por el infortunio.
El libro me recordó también mis tiempos en la República Dominicana (1973 -78) cuando gobernaba aún el Presidente Balaguer (1906-2002). Tuve algunas oportunidades de saludarle personalmente. Era autocrático, pero llevó adelante, con la ayuda de Estados Unidos, la industrialización del país y puso las bases y llevó a cabo “el milagro de la República Dominicana”. Cuando le saludé, su mano era endeble y su voz reflejaba el paso de los años. Pero en sus discursos públicos, cambiaba totalmente, exhibiendo una voz muy vigorosa. Se decía que casi había perdido su vista a causa de las cataratas, pero cuando leyó el informe anual en el Congreso su voz resonó enérgica. Se rumoreaba que había memorizado todo el texto. En fin, era un político sereno, inteligente y enigmático.
Al leer Tiempos recios de Vargas Llosa, me sorprende una vez más la torpeza de la diplomacia norteamericana en aquella época y su manera de conseguir sus objetivos mediante la fuerza. Con razón, se mandó a Fidel Castro (1926-2016), mandatario de Cuba, al bloque comunista.
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