Mariana Pineda de García Lorca

 Federico García Lorca (Granada, 1898-1936) fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX y como dramaturgo se le considera una de las cimas del teatro español del siglo XX. Mariana Pineda fue un personaje histórico que vivió en Granada a principios del siglo XIX, mujer trágica que batalló por la Libertad. Existen varios mitos sobre ella y con base en ellos García Lorca escribió este Romance popular en tres estampas, en verso. 

 Se levanta el telón del teatro con el romance que cantan las niñas。

 ¡Oh! Qué día tan triste en Granada, / que a las piedras hacía llorar / al ver que Marianita se muere / en cadalso por no declarar. 

 A partir de ahí comienza, dando un salto atrás en el tiempo, la historia de Mariana Pineda.

 Mariana es una viuda y madre de dos hijos de corta edad, quien vive en Granada con Doña Angustias, madre adoptiva y Clavela, la criada. Mariana está enamorada de don Pedro de Sotomayor y borda para él una bandera liberal en secreto. Don Pedro pertenece a una organización de movimiento revolucionario y Mariana, simpatizante de la lucha por la libertad, trata de ayudar a don Pedro para que él pueda librarse de la persecución de las autoridades. En la bandera está bordada la leyenda «Ley, Libertad, Igualdad».

 Por otra parte, el joven Fernando ama de todo corazón a Mariana. Por amor a ella colabora  para salvar a Pedro, pese a los celos que siente, aceptando el encargo de entregarle su pasaporte y un caballo. 

 Fijándose en las actitudes sospechosas de Mariana, el juez Pedrosa le hace advertencias, pero Mariana piensa que si ella fuera presa, don Pedro acudiría en seguida a caballo donde ella y si fuera muerta, él optaría también por morir a su vera.    

 El juez Pedrosa exige a Mariana que revele los nombres de los conspiradores lo que le será compensado, otorgándole el indulto del Rey. Pero Mariana no accede a la incitación fácilmente. Fernando le dice a Mariana que Pedro no vendrá a verla, que él no la ama y que en estos momentos estaría ya en Inglaterra con sus compañeros liberales.   

 Susurrando “¡Yo soy la Libertad! ¡Pedro!, por la cual me dejaste. ¡Yo soy la Libertad, herida por los hombres! ¡Amor, amor, amor y eternas soledades!”, va saliendo lentamente, apoyada en una monja.  

 Se baja el telón con las mismas canciones del romance que cantan ahora los niños al fondo.

 Como es del conocimiento de ustedes, posteriormente (1936-39) estalló en España la guerra civil entre el gobierno del Frente Popular y el ejército dirigido por el General Franco. Y aunque García Lorca no desarrollaba actividades políticas, sí manifestaba públicamente su simpatía por los republicanos. En tales circunstancias, se dispuso a viajar a Granada, entonces ocupada por los franquistas, para participar en la fiesta del pueblo. A pesar de la advertencia de su amigo franquista quien le sugería que si él llegara a Granada, sería prendido sin falta, él partió para Granada. Cuando llegó a Granada fue capturado por la Guardia Civil y llevado junto con otros republicanos a quienes se les obligó a cavar su propia fosa para luego ser fusilados.

 Es una coincidencia curiosísima que el autor de Mariana Pineda corrió la misma suerte que la protagonista de su obra casi cien años después.

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