Acabo de releer Marianela de Benito Pérez Galdós (1843-1920), estupenda obra plena de lirismo que leí por primera vez hace casi veinte años. Pérez Galdós se considera como uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX hasta el punto de ser propuesto como el mayor novelista español después de Cervantes. Ha dejado innumerable cantidad de novelas largas y obras de teatros, siendo más famosos entre otros, los Episodios nacionales, una colección de cuarenta y seis novelas históricas, y Marianela también es una obra imprescindible. Cuenta la trágica historia de Marianela, una chica pobre y fea y de Pablo, un ciego de nacimiento que está enamorado de ella.
La acción transcurre en un pueblo minero llamado Socartes. Don Teodoro Golfín, famoso oftalmólogo, se dirige con muchas dificultades a ese pueblo donde vive su hermano ingeniero, y se encuentra en el camino con un joven llamado Pablo que anda con un perro. Es ciego y cojo, pero dice que conoce sus tierras como la palma de su mano. Su padre, don Francisco de Penáguilas es, además de ser rico, un hombre inteligente y bueno, y se desvive por ofrecerle a su hijo todas sus riquezas. Marianela, a quien todos llaman la “Nela”, es la que le guía a Pablo y para él son los momentos más felices cuando con ella pasea, habla y se deleita. Nela es una pobre huérfana que vive con la familia Centeno, tratándose como perros o gatos y sólo siente alegría cuando acompaña a Pablo. Un día, Pablo promete casarse con ella. El ciego piensa que Nela, de corazón tan noble, debe ser físicamente también de extraordinaria belleza,
Uno de los motivos del viaje de don Teodoro Golfín es tratar de curar a Pablo, aunque ha sido desahuciado por todos los grandes médicos. El Dr. Golfín, tras examinar a Pablo, sugiere la posibilidad de recuperar su vista por la operación quirúrgica. Pablo se llena de alegría de la posibilidad de ver con sus ojos a Marianela, aunque sea un instante. Por otra parte, Nela teme que su fealdad sea conocida por Pablo, aunque éste jura que los dos estarán siempre juntos. Pablo posee extensos conocimientos a través de los libros leídos por su padre, pero como no ha visto el mundo real con sus ojos, concibe ilusiones y parece un ángel.
El padre de Pablo siente cierta ansiedad por la conversión de su hijo, que pasaría de ser un ángel a un ser humano común y corriente a consecuencia de la operación, pero desea que al recuperar su vista se celebre su matrimonio con su prima Florentina. Esta, por su parte, al observar a Nela tan pobre, siente una compasión sincera hacia ella y le manifiesta su disposición de cuidarla en todo. Nela, sin embargo, manifiesta su respeto y amor hacia ella, pero se niega a vivir con ellos.
La operación de Pablo y el éxito del resultado desembocarán en un dramático final. Desaparece Nela, de repente, para que no le vea Pablo. El Dr. Golfín encuentra a Nela en estado agonizante y acude allí Pablo también, pues ella ha intentado suicidarse, y poco después exhala el último suspiro.
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