Agustín Moreto (1618-1669) fue un dramaturgo español barroco del Siglo de Oro, ordenado cuando joven como clérigo de órdenes menores. El tema de esta obra argumenta que para conquistar a la persona que se ama, más vale no procurar acercarse positivamente a ella, sino al contrario, excitar su sentimiento de amor por tratarla con desapego. Es la obra más reconocida y placentera de este dramaturgo y toda la acción transcurre en un palacio.
Carlos, conde de Urgel (Noreste de España), viaja a Barcelona junto al conde de Fox y al príncipe de Bearne, invitados por el conde de Barcelona que quiere ver a su hija única Diana casada como heredera de la casa, pero no pretende contrariar su voluntad. Ella es una dama esquiva y reacia a enamorarse, actitud que debe a sus estudios filosóficos y a la convicción de que estar enamorada es una situación negativa para la mujer. Muchos caballeros se le acercan para intentar conquistarla, pero ella los recibe con total desinterés. Sin embargo, Carlos, que no encontraba a Diana especialmente guapa, se enamora de ella precisamente porque se ve rechazado.
Se decidió él a conquistarla, pero tímido para actuar, diseña una estrategia que llevará a cabo con ayuda de su criado Polilla, e intenta vencer la resistencia de la dama, pagándole con la misma moneda: en su caso un desdén fingido, porque ya la ama. Diana vive rodeada de sus damas: Cintia (que además es su prima), Laura y Fenisa. Pasan tiempo leyendo y estudiando textos que hablan de la maldición del amor. Polilla, fingiendo ser médico con el nombre de Caniquí, entra en su casa para aconsejarla, pero lo que hará es adueñarse de su voluntad en beneficio de los intereses de su amo. Carlos hace alarde de que es aún más desdeñoso que Diana, diciéndole que no quiere a nadie y tampoco ansía ser ser querido y la dama, molesta, se desafía a sí misma y se dispone a enamorarlo.
Durante las fiestas de Carnaval las damas, enmascaradas, eligen color para formar pareja con un galán, y Diana consigue estar al lado de Carlos, que ha sabido de su treta a través de Polilla. Carlos le confiesa su amor, para decirle luego que era solo un fingimiento de Carnaval; Diana, humillada pero terca, persiste en el intento de enamorar al galán. Ella y sus damas lo atraen al jardín con sus cantos, pero Carlos no se deja impresionar y las ignora, aunque por dentro está conmovido. Furiosa, Diana le dice que va a casarse con el príncipe de Bearne y Carlos, muerto de celos, pero aconsejado por Polilla, sigue adelante con el engaño, confesándole que él está determinado a querer a Cintia, avisando a Bearne que Diana se va a casar con él.
Finalmente acude el conde de Barcelona y Carlos confiesa sus verdaderos sentimientos y Diana confirma que va a casarse con él, mientras que Cintia lo hará con Bearne. Fenisa se casará con Gastón de Fox y Polilla/Caniquí con Laura. Y colorín colorado, este teatro se ha acabado.
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