El vergonzoso en palacio de Tirso de Molina

 Tirso de Molina (1583-1648) se considera como uno de los “Tres Grandes Maestros” del teatro español del Siglo de Oro, junto a Calderón de la Barca y Lope de Vega. Ya he presentado El burlador de Sevilla y convidado de piedra, así como El Condenado por desconfiado del mismo autor. Ahora quisiera echar un vistazo a su otra obra El vergonzoso en palacio.

 La escena tiene lugar en el Portugal del siglo XV. Mireno, hijo de un pequeño propietario ganadero Lauro, no desea terminar su vida en la ganadería, abrigando una gran ambición para ser un joven campesino. Un día, abandona la casa de su padre y se dirige al palacio de la ciudad de Avero con Tarso, uno de los criados de su padre. En el camino se encuentra con Ruy Lorenzo, secretario del duque de Avero y su lacayo, Vasco. Ruy está huyendo de Avero, porque ha sido descubierto su plan de asesinar a un conde, como venganza por haber éste deshonrado a su hermana. Mireno y Tarso intercambian sus ropas con Ruy y Vasco para ayudarles en su huida. Pero Mireno y Tarso son descubiertos por unos campesinos que buscaban a los huidos: son prendidos y conducidos al palacio del duque de Avero.  

 Madalena, la hija del duque de Avero, es prometida del duque de Vasconcelos, pero gradualmente ella se siente cautivada por Mireno y consigue que su padre deje en libertad a Mireno y a su criado, y que se convierta en su secretario particular. Mireno se percata de que Madalena tiene un sentimiento especial hacia él, pero por ser tan diferentes las posiciones sociales de los dos, permanece retraído, sin poder aceptarlo llanamente. Madalena también, al estar consciente de ser una aristócrata, no puede atreverse a confesar abiertamente su amor, en su condición de mujer, sin tener otro remedio que insinuarlo.  

 Por otra parte, Lauro, padre de Mireno, cuenta a Ruy Lorenzo su historia: Lauro cuyo verdadero nombre es don Pedro de Coimbra, era hermano del anterior rey de Portugal y, a la muerte de éste, fue regente del reino, pero una vez subido el duque de Avero al trono, las intrigas de un cortesano le hicieron caer en desgracia. Logró escapar de su prisión y se refugió en el campo, disfrazado de pastor, junto con su hijo, a quien ocultó su verdadero origen. Al enterarse Lauro de que su hijo trabaja en la residencia del duque de Avero, va a verlo en compañía de Ruy. Al llegar cerca de la residencia del duque, oye que el Rey ha concedido amnistía a don Pedro de Coimbra (el nombre verdadero de Lauro).  

 Madalena, para evitar el matrimonio con el duque de Vasconcelos, hace una declaración falsa, diciendo que ha pasado una noche con Mireno. Su padre monta en cólera, pero al oír el nombre de Mireno, Lauro/Don Pedro aclara que se trata de su hijo, y al enterarse de que Mirero es de sangre noble, el duque de Avero acepta la boda de Madalena y Mireno. 

 Madalena asume su amor sincero por encima de las diferencias de las posiciones sociales, al igual que Mireno quien, creyéndose hijo de un pequeño propietario ganadero, posee altos espíritus aristocráticos en el fondo, pese a ser vergonzoso. La pieza es una comedia de enredo, pero acaba con un “final feliz”.

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