El licenciado Vidriera de Cervantes

 Miguel de Cervantes Saavedra publicó Novelas Ejemplares dos años antes de la edición de la segunda parte del Quijote, o sea, tres años antes de su fallecimiento. Sólo estas doce novelas cortas serían suficientes para catalogarlo como un prosista español de primera categoría. Él afirma en su prólogo: “yo soy el primero que he novelado en lengua castellana; que las muchas novelas que en ella andan impresas, todas son traducidas de lenguas extranjeras, y éstas son mías propias, no imitadas ni hurtadas. Mi ingenio las engendró y las parió mi pluma”. De modo que quisiera presentar aquí algunas piezas incluídas en las Novelas Ejemplares.

 La primera es El licenciado Vidriera. Es el protagonista de la obra, un lector, un intelectual que rechaza el mundo de las armas, a quien vuelven loco y que, sólo cuando recupera su cordura se ve obligado a ejercitarlas. Cervantes hace uso del personaje para ridiculizar y satirizar las costumbres y personajes de su época. Tanto Don Quijote como El licenciado Vidriera parecen parte de los aspectos descriptivos del escritor. El argumento es más o menos como sigue.

 Dos estudiantes, al pasear por las orillas del río Tormes, encuentran a un niño con aspecto de labriego, durmiendo bajo un árbol. El criado de los estudiantes lo despierta y pregunta quién y de dónde es. Se llama Tomás Rodaja, de once años de edad, que pretendía encontrar en Salamanca a un amo que, a cambio de sus trabajos, le diera estudios para poder honrar a su tierra y a sus padres; sabe que los obispos también son hombres, y él ya sabe leer y escribir. Los estudiantes se sienten admirados y lo aceptan de buen grado. Al poco tiempo, por su fidelidad y buen servicio, se había convertido en compañero y no en criado, alcanzando gran popularidad en la Universidad por su notable ingenio.

 Al terminar sus estudios los jóvenes caballeros, deciden regresar a Málaga, su ciudad, y Tomás también les acompaña, pero después de estar un tiempo en esa localidad, solicita permiso a sus amos para regresar a Salamanca. En el camino se encuentra con el Capitán Voldivia, de la infantería de su Majestad, el cual alaba la forma de vida en la soldadesca, y convence a Tomás para que se una a él en su viaje por Italia y Flandes.

 Cuando vuelve de su viaje por Italia, se gradúa en leyes en Salamanca. Allí una dama se enamora de él, pero él, enfrascado en sus estudios, no se fija en el amor que le ofrece y la dama decide recurrir al poder mágico de una morisca, quien introduce cierto hechizo en un membrillo destinado a Tomás Rodaja, para que éste, al comerlo, no pueda vivir sin el amor de la dama. El hechizo produce en el estudiante grandes ataques y una gravísima enfermedad, llevándole a la original locura de creerse de vidrio, no dejando que nadie se le acercara y pidiendo a la gente que le hiciera preguntas, sin importar su dificultad, él podrá responderlas con soltura. El licenciado Vidriera, así se hace llamar, pasa sus días paseando por las calles y satirizando casi todo lo que le rodea. Las noches de invierno duerme en el pajar y las noches de verano al aire libre.

 Después de dos años un religioso consigue curarlo, pasando a llamarse el licenciado Rueda, quien ahora en su sano juicio ya no es escuchado por nadie, motivo por el cual decide volver a Flandes, hacerse soldado y morir como tal.

 El licenciado Rueda, quien comenzaba a eternizar su vida dedicado a las letras, acabó de perdurar por las armas, dejando tras su muerte la fama de prudente y valentísimo soldado.

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