La zapatera prodigiosa de García Lorca

 Federico García Lorca es el poeta más popular de España y uno de los escritores españoles más leídos del mundo con especial afición. La mayoría de sus obras están traducidas al japonés. En esta sección de “Apuntes a vuela pluma” ya se han presentado dos obras suyas: Doña Rosita, quien se ha convertido en una soltera vieja, tras haberse obligado a esperar tanto tiempo por su prometido y Mariana Pineda, una mujer trágica que ha luchado por la libertad. Las protagonistas de las obras son mujeres y esta vez vamos a comentar otra obra suya, La zapatera prodigiosa.  

 En el primer acto aparece la Zapatera. Es una joven de dieciocho años con buena presencia y su marido Zapatero cincuenta y tres años. Es un hombre bueno y pacífico, trata bien a su mujer, aunque se deja llevar por la opinión de los demás y es bastante generoso con todo el mundo. Pero los dos están en constante discusión. Cuando el marido llega a casa, ella le reprocha diciendo que ella pudo haber conseguido mejores pretendientes, lamentando el casamiento por conveniencia con un marido viejo. El zapatero le dice que él también es un hombre que merece su amor. En el pueblo, la gente habla mal de esta joven, sobre todo, las vecinas y por tanto la Zapatera tiene muy mala fama, le cantan coplas con desprecio y ella se siente sola. Ella tiene un gran cariño solamente hacia un niño que la visita y le trae noticias de lo que se habla o se dice en la calle. Ella lo trata como a su propio hijo. El Zapatero, harto de la actitud de su mujer, decide marcharse del hogar.

 En el segundo acto, la Zapatera, ya sola, ha convertido su casa en una taberna para ganarse la vida por ella misma. Casi todos los hombres que acuden allí, entre ellos, el alcalde del pueblo, casado anteriormente ya cuatro veces, cortejan a la Zapatera, pero no se deja conquistar por ninguno. Más bien crece su amor y lealtad a su marido. Pero la gente del pueblo sigue calumniándola a ella y su único amigo sigue siendo el Niño. 

 Un día, llega al pueblo un titiritero contando historias y entreteniendo a las gentes. En la conversación que mantienen la Zapatera y el titiritero en la taberna confiesan el amor que cada uno siente por el marido y la mujer que los ha abandonado, respectivamente. Mientras tanto, dos pretendientes de la Zapatera se pelean en la calle y el pueblo entero la culpa a ella.

 El titiritero le pregunta qué haría si su esposo volviera al pueblo. Ella le confiesa que se pondría loca de alegría. En ese momento, el titiritero se quita la máscara para revelar su verdadera identidad y pide perdón por haberla abandonado. Al final el matrimonio se declara abiertamente su amor y la obra termina con ellos dos felices por estar de nuevo juntos y dispuestos a defenderse de la gente. Esta obra de teatro se representó por primera vez en Buenos Aires en 1930.

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